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Es la forma más simple de calcular el rendimiento de un alquiler. Solo tiene en cuenta los ingresos generados por el alquiler y el precio de compra del inmueble.
📌 Fórmula:
📊 Rentabilidad Bruta (%) = (Ingresos anuales por alquiler / Precio de compra) x 100
✅ Ejemplo práctico:
Imagina que compras un piso por 150.000 € y lo alquilas por 750 € al mes.
🧮 Cálculo:
(750 € x 12 meses) / 150.000 € x 100 = 6% de rentabilidad bruta
Parece un buen número, ¿verdad? 🤔 Pero cuidado, aquí no hemos restado los gastos asociados a la propiedad.
Aquí es donde entra la realidad de los costes. La rentabilidad neta es lo que realmente ganas después de descontar todos los gastos asociados al mantenimiento del inmueble.
📌 Fórmula:
📊 Rentabilidad Neta (%) = (Ingresos anuales – Gastos anuales) / Precio de compra x 100
✅ Ejemplo con gastos incluidos:
Siguiendo el mismo caso anterior, supongamos que tienes los siguientes gastos anuales:
🔹 Impuestos: 700 €
🔹 Seguro del hogar: 300 €
🔹 Mantenimiento y comunidad: 1.000 €
📌 Total de gastos anuales: 2.000 €
🧮 Cálculo:
(9.000 € – 2.000 €) / 150.000 € x 100 = 4,67% de rentabilidad neta
🔎 Como ves, la diferencia entre la rentabilidad bruta y la neta es considerable. Si solo te basas en la rentabilidad bruta, podrías estar sobreestimando los beneficios de tu inversión.
📌 No te dejes engañar por la rentabilidad bruta. Antes de invertir, haz cálculos realistas y ten en cuenta todos los gastos asociados.
📌 Evalúa si los ingresos netos realmente justifican la inversión. Un inmueble con una rentabilidad bruta atractiva, pero con altos costes de mantenimiento, puede no ser la mejor opción.
📌 Siempre compara rentabilidad neta con otras opciones de inversión para asegurarte de que estás tomando la mejor decisión.
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